«Después de años empezaron a hablar de nuevo a partir de un story de Instagram, tocaron durante meses más sus pantallas que a sus cuerpos. Le envió casi cada día una canción, de eso les queda una lista de reproducción de Youtube muy ecléctica. Se desenamoró a la velocidad que se desinstala Telegram. La carpeta que creó con su nombre en la barra de marcadores la reubicó, hace unas semanas, en otra que se llama Entretenimiento.»
Ante el distanciamiento social y las relaciones que establecemos con nuestros dispositivos propongo palpar. Una propuesta que recupera una serie de piezas escultóricas blandas que, a modo de exvotos, coloqué en el espacio sagrado de Taca: una mano, dos manos y un mecanismo, 5 dedos, una herramienta, una pirámide (vida y origen) y una tumba (muerte y final).